Paleontólogos catalanes han descubierto en uno de los yacimientos de Isona i Conca Dellà, en el Pallars Jussà (Lérida) los restos fosilizados de una nueva especie de tortuga que convivió con los dinosaurios y que, al parecer, se extinguió con ellos al final del Cretáceo. Por los restos encontrados, los científicos deducen que el animal tenía una forma ovalada y un tamaño considerable, ya que medía 50 centímetros de largo y 40 de ancho.
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