edición general
29 meneos
277 clics

Todo lo que era sólido, de Antonio Muñoz Molina

Imagina que llegas a casa tras un duro día de trabajo como [respuesta múltiple: becario/precario/falso autónomo/currito sin contrato/creativo freelance/otras] y al abrir la puerta te da una bofetada el tufo a cigarro puro. Hay un par de colillas de purito tirada en la entrada. Un señor con pantuflas, pijama de franela a cuadros y una copa de balón con un gintónic te mira condescendiente a través de unas gafas de concha. Antes de que puedas decir nada, el hombre te está regañando, insistiendo en que no tienes ni puta idea de nada.

| etiquetas: antonio muñoz molina , crítica , crisis , manolito gafotas

menéame