La clase política se encuentra ahora en total descrédito y es por ello que ser en la actualidad un político está hasta mal visto y sino que se lo digan a los diputados que cogen los taxis en Barajas. Ante su inocente respuesta del camino que llevarán, Congreso de los Diputados, se encuentran con la negativa del taxista, que reconociendo en la persona a un político y ante los recortes que ha sufrido el sector, renuncia a su carrera para conservar de esta forma el orgullo herido durante estos meses.
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