Hay que reconocer que nuestro ZP es un cachondo. A la pregunta acerca de la subida de los impuestos sobre las gasolinas y el tabaco, el tío va y responde que la decisión se tomó por el bien de los españoles; encarecer la gasolina tiene un fundamento medioambiental y darle otro meneíto al tabaco es una cuestión de salud pública. Es para desternillarse de risa. Y lo suelta así, la mar de serio. Lo dicho, un crack. O sea que, por su bien, amigo fumador, el Estado ha puesto el pitillo de Marlboro al módico precio de treinta pesetas. Porque lo malo
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