Respecto a la evolución del patrimonio Bono-Rodríguez, el Supremo concluye que "sin perjuicio de que se pueda atisbar desequilibrio entre los ingresos y bienes", no aprecia ilicitud alguna. La querella desglosa el incremento patrimonial del matrimonio Bono utilizando declaraciones de bienes desde 1995, para concluír que habían adquirido inmuebles por valor de 3,6 millones de euros, cifra que los querellantes consideran que no se corresponde con los ingresos del matrimonio.
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