Todos los vehículos que circulan por las carreteras suizas están obligados a llevar las luces puestas desde el 1 de enero por razones de seguridad, una disposición poco conocida para los automovilistas extranjeros que corren el riesgo de ser multados. Según el diario de Basilea Basler Zeitung, cerca del 15% de los vehículos que cruzan la frontera cada día no lleva las luces encendidas, lo que les puede costar una multa de 40 francos suizos (32 euros).
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