Desde 1977 hasta nuestros días, la franquicia de La Guerra de las Galaxias ha crecido enormemente. Sin embargo, algunos todavía recordamos que hubo un tiempo sin midiclorianos ni Apestositos en el que nadie sabía que el elefante azul que tocaba el teclado en el palacio de Jabba se llamaba Max Rebo y era oriundo de Orto. Fue entonces cuando empezó a fraguarse el culto alrededor de esta saga galáctica y de sus cientos de personajes. Y entre los secundarios, hubo uno que siempre destacó por encima de todos: el cazarrecompensas Boba Fett.
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