Desde el pasado jueves, Spiriman es menos superhéroe y más Jesús Candel de carne y hueso que nunca. Ese mediodía mantuvo una reunión con los gerentes del Hospital Virgen de las Nieves y el Hospital Parque Tecnológico de la Salud, Pilar Espejo y José Luis Gutiérrez, para pedir explicaciones por la decisión del traslado de Candel y otros ocho compañeros del Virgen de las Nieves al PTS y seis que debían hacer el camino inverso. “Aquello fue un descalabro: Ver a Pilar Espejo con la sonrisa en la boca diciendo que la decisión estaba tomada”,
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