Un par de “emprendedores” se fué al registro, vió que “Juan Palomo” no estaba registrada como marca y ni cortos ni perezosos la registraron. Ahora están que no caben en sí de gozo, porque tienen una marca para la que otros han trabajado y de la que ellos se van a beneficiar. Todavía no saben a qué producto se lo van a poner: ¿textil? ¿alimentación? Qué más da, están convencidos de que con esa marca tan reconocible, cualquier cosa que intenten será un éxito. Un ejercicio de picaresca que no tiene nada de simpático (para Gallina Blanca).
|
etiquetas: registro , marca , soy juan palomo