Trece años, y a mi pesar, porque mi padre no quiso sacarme. Uso la expresión curas porque se entiende mejor, pero esta era una orden de hermanos, son como los curas (viven recluidos en comunidad, mismo voto de castidad, pero no pueden dar misa ni otros sacramentos).
Había también profesores y profesoras, pero la mayoría de los que nos daban clase eran hermanos, y vivían en el edificio del colegio, como los monjes, vaya. Ninguno de los profesores ni profesoras nos tocó ni manoseó nunca, pero entre los hermanos sí los hubo sobones. De niños creo que ni nos dábamos cuenta de que era manoseo, pero una vez fuimos adolescentes teníamos claro de qué iba la cosa. No, desde luego, con la lucidez de la edad adulta, la que tengo ahora yo mismo al recordarlo. Pero cierta repugnancia ante el hermano sobón sí teníamos.
Os pongo un ejemplo de uno de ellos. Mandaba hacer un ejercicio en clase. Se paseaba entre los pupitres. Paraba de vez en cuando para acariciar la espalda, los hombros, o la cabeza, la cara, de uno de los alumnos, siempre los mismos, supongo que los que más fueran de su gusto, mientras les hablaba suavemente o nos hablaba al resto de la clase. En ese momento teníamos entre 12 y 13 años. Recuerdo actitudes similares al menos en otros tres hermanos de los que nos dieron clase. Eso sí, a partir de cierta edad, tal vez 14 o 15 paraban, ya era demasiado evidente todo, supongo.
¿Hubo algún caso de abuso claro? Pues yo creo que no, pero también puede ser que no se denunciara. Lo que sí hubo fue una especie de relación consentida.
Fue con un chaval que todos considerábamos gay, porque se dedicaba a enseñarnos su miembro en los lavabos, era su obsesión. Cuando fui adulto entendí que también una insinuación, o el calentón adolescente pero teníamos entre 11-12 años, todavía éramos muy niños, o muy inocentes. Acabó habiendo masturbaciones con uno de los hermanos en los baños, no sé si pasó a mayores, pero era una comidilla de pasillos, unos lo creían y otros no. Yo sí, era compañero de clase y por tanto los que le rodeábamos teníamos más clara su inclinación, parecía encajar. Al finalizar ese curso le sacaron del colegio, aunque el hermano siguió dando clase (y sobando, claro, era uno de los sobones). Ni idea de si pasó de verdad o fue un bulo.
Lo que está claro es que aquellos hombres jóvenes tenían un deseo sexual tremendo y algunos se desahogaban sobando. No había ni la información ni la conciencia que la sociedad tiene ahora frente a los abusos a niños. Por no decir que familias como la mía, ultracatólicas, poco menos que lo excusaban, o trasladaban el problema al menor, que tampoco podía quejarse, al menos si comprendía el entorno en que estaba. El culpable iba a acabar siendo él, y la solución, taparlo con silencio. Y ojo, que esto ha pasado en todo el mundo, con EE.UU. y Alemania como los casos de abusos más tremendos.
Así que no me parece raro que haya muchos casos de pederastia ligados a la Iglesia Católica, su propio voto de castidad y el modo de vida en comunidad lo fomenta. Tampoco que no se hayan denunciado ni investigado. Esa idiotez del PP sugiriendo que se investigue a todos, no solo a la Iglesia, es parte de ese «mantener el status quo» de una clase social que prefiere educarse en colegios concertados católicos. Una excusa para poner trabas, o para no saber que a algunos de sus hijos les ha pasado. Por no hablar de que no parecen interesados en investigar casos de explotación sexual a menores en Comunidades Autónomas gobernadas por miembros de su partido. El PSOE no es mejor, el concierto educativo es culpa suya, prefirieron subcontratar colegios católicos en vez de hacer más públicos en la era de Felipe González, ahora van a investigar, sí, seguro, con mucho interés y dirigidos por un ex-cura, Gabilondo, me lo creo. Vivimos en una tierra de «omertá» con la iglesia, mantenida después del franquismo por los tres poderes del estado.
Hasta donde yo recuerdo no ha habido un maldito cura encarcelado en España por pederastia. Y eso, con la cantidad de colegios religiosos que tenemos, es una aberración.