Scott, que se definía a sí mismo como ‘ex-gay’, colgaba vídeos en youtube hablando sobre religión y en contra el matrimonio gay. La gente empezó a hacer versiones y remixes de sus vídeos insultándole y ridiculizándole. El chico contestó con otro vídeo en el que pide –casi suplica-: Dejad de llamarme homosexual. Tras ser amenazado y amenazar él mismo a otros, la presión de los internautas, en especial el interés mostrado por un blog LGTB ha hecho intervenir a la policía, y finalmente han identificado al niño.
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