Se ha montado un gran revuelo sobre la entrevista a Otegi en RTVE. Muchos alegan que es profundamente inmoral entrevistar a alguien que no condena a ETA y la apoyó políticamente durante su existencia sin arrepentirse. Aducen igualmente que la entrevista tiene como fin blanquear el apoyo que Bildu dará a Sánchez en su investidura.
Pese a lo sospechoso del momento en que se realiza la entrevista, yo no creo que sea así (salvo que la torpeza de los responsables de RTVE vendidos al Gobierno sea superlativa). Y lo digo porque la entrevista a Otegi fue un absoluto desastre si lo que se pretendía era blanquearle. Otegi no renegó de su pasado, no pidió perdón por su apoyo a ETA, equiparó la violencia del Estado con la "lucha armada" y su única tímida disculpa se redujo a lamentar que HB hubiese causado "más daño del necesario", lo cual dio a entender que había un nivel de daño aceptable que legítimamente podían causar a la gente que sufrió aquel infierno en Euskadi.
Si el Gobierno y Bildu se hubiesen puesto de acuerdo para blanquear a ésta última, lo lógico es que hubiesen pactado que el discurso de Otegi fuese diferente, porque el que dio no hizo más que encender el rechazo de todo aquel que no tuviese ya una visión positiva de Bildu. Si era una maniobra propagandística, les estalló en las manos, y dudo que fuesen tan tontos como para lanzarla sin prepararla antes.
Sobre la legitimidad de la entrevista, no entiendo que se rechace entrevistar a Otegi mientras por todas partes (incluida TVE) se reproducen programas de investigación donde, previa difuminación del rostro y de la voz, se entrevista a sicarios, traficantes...muchos de ellos en activo. No he oído a nadie cuestionar que en un medio aparezca un narco contando cómo se pasan toneladas de coca por el Estrecho, ni un sicario explicando cómo se organizan para hacer el trabajo, cobrar y volver a Colombia. Si esto no se cuestiona, no me cabe en la cabeza que se rechace entrevistar a un líder político cuyo partido ha apostado por vías exclusivamente pacíficas (aunque sea por tacticismo, pero lo ha hecho) y que representa a la formación con más alcaldes y concejales en Euskadi y Navarra.
Esto me trae a la mente un documental sobre el IRA que vi hace tiempo, donde aparecía una entrevista que hacían a Martin Mcguinnes (líder simultáneo del IRA y el Sinn Feinn) cuando la violencia estaba en todo su apogeo. La relevancia informativa está por encima de las preferencias políticas de quienes controlan los medios, y los ciudadanos tienen derecho a acceder a todos los puntos de vista y hechos con relevancia informativa. Si en Gran Bretaña la televisión pública aceptó entrevistar a un terrorista para dar una visión global de la realidad irlandesa a su población mientras las balas silbaban, no tiene sentido que, en plena paz, RTVE no acepte mostrar las perspectivas de uno de los principales partidos vascos, máxime cuando éste ha renunciado a la violencia.
La información, global y sin aditivos, debe valer más que las filias y fobias de quien manda en cada momento. Por eso no me repugnó que, justo después de la entrevista a Otegi, estuviese prevista una entrevista a Monasterio, cuyo partido no ha renunciado a sus posturas incompatibles con la dignidad de la persona y, a día de hoy, es una amenaza para los derechos y libertades que poco a poco hemos ido conquistando. Tenemos derecho a escucharla (si queremos) y hacernos una idea de lo que representa. Porque, pese a lo que algunos piensan, no somos eternos menores de edad que deben ser tutelados por nuestros benévolos mandamases.