Sobre la secularización de la sociedad española y la identidad cristiana de España

La secularización de la sociedad española es evidente para cualquiera que tenga cierta edad. Una reciente encuesta de Pew Research Center no solo lo confirma, sino que deja claro si es que quedaba alguna duda, que es un proceso que se está acelerando cada vez más.

Al término de la anterior dictadura nacionalcatólica, una mayoría abrumadora de la población española se declaraba católica, siendo practicantes la mayor parte de ellos. No es extraño entonces que en la citada encuesta, un 92% de los españoles manifieste que han sido educados como cristianos. Pero ello contrasta fuertemente con el escaso 66% de adultos que sigue siéndolo actualmente.

Esto dibuja un panorama desolador para la iglesia católica en España. El desplome supone que en 40 años, unos 12 millones de españoles han dejado de ser católicos, y ello a pesar de que la iglesia católica ha conservado gran parte de los los privilegios fiscales y educativos heredados del franquismo, introducidos subrepticiamente en los preconstitucionales acuerdos con el estado vaticano y refrendados disimuladamente ( o quizás no tanto) en la actual constitución, aprobada como única opción posible para salir de la dictadura.

Este masivo abandono de la religión tiene naturalmente razones compartidas con otros países occidentales, en los que el generalizado avance cultural de la población, el acceso a la información y elescándalo causado por el encubrimiento de abusos sexuales explican gran parte del proceso. Pero la tercera posición de España en cuanto a abandono religioso en valores relativos y primera en valores absolutos debe tener raíces en las peculiaridades españolas. Parece claro que la identificación de la iglesia católica con la dictadura franquista y con la derecha directamente heredera del nacionalcatolicismo es una de estas peculiaridades.

De hecho, el catolicismo en España ya se está convirtiendo en una de las señas de identidad de los sectores políticos conservadores, que se empeñan en presentarla como una de las señas de la identidad española (parece que junto con la tauromaquia y la caza, según representantes de VOX y PP). Una batalla que solo les puede llevar a la irrelevancia en unos pocos años si tenemos en cuenta que los más jóvenes son abrumadoramente irreligiosos.

Naturalmente, es posible que, incluso con el retroceso de la práctica religiosa, aumente la identificación del cristianismo, en su versión sociológica cultural, entre sectores de la extrema derecha ( y no tan extrema). Eso podría dar un margen de tiempo a las jerarquías religiosas pues permitiría retrasar la pérdida de sus privilegios. Pero solo sería cuestión de tiempo. Sin fieles, no es posible la supervivencia de ninguna religión. Alguien dijo una vez que una religión con pocos fieles es una secta. Sería volver al principio.

 

Salud

NB: Escribo este artículo porque la noticiade esta encuesta de PEW se ha enviado dos veces a menéame, siendo tumbada una vez por AEDE y otra por duplicada. Una manera de convertir a menéame en un juguete roto que terminará en la basura por inútil.