Sobre el humor, la censura y el ego

Si hay algo que siempre me ha hecho sentir incómodo es ese tufo a elitismo intelectual del que suele adolecer esta web, esa opinión bastante popular de que uno aquí entra a culturizarse con su escoba bien insertada en el recto y a hablar de lo humano y lo divino con grandes eruditos. Sabéis de sobra a que me refiero, gente que censuran noticias y comentarios de los demás por considerarlos pueriles y entonan el "meneame tu antes molabas, antes de ser mainstream" con la aprobación de otros adalides de la rectitud moral y el ponerse serios.

Normalmente suelo obviar ese tipo de actitudes pero me gustaría reflexionar hoy sobre lo curioso del tema, tras bastante tiempo observando el comportamiento, modestamente he identificado 3 factores que hacen detonar la cosa:

1- Las coñas son malas: Esta me encanta, se echa en cara al autor del comentario que su chanza no es lo suficientemente elevada para su criterio, es burda y zafia y su elevado paladar no la ha disfrutado, a ver si nos esforzamos mas chaval, que yo he venido aquí a que los bufones me diviertan y tu no das la talla.

2- Este es un tema serio, no para tomárselo a broma: Colegas, hay temas de los que nos podemos reír, como la escatología, los tartazos, o la vida sexual de algún meneante, pero otros han alcanzado en el imaginario colectivo un estatus que rechaza el humor sobe ellos, aún cuando el humor pueda ser un mecanismo válido para incitar a la reflexión este se censura en base a que el humor denigra la naturaleza elevada del mismo, se pide respeto para que todos podamos revolcarnos en el lodazal de la pedantería y jactarnos de lo elevadas de nuestras observaciones. El equivalente intelectual a hacer el trenecito en círculo, todos disfrutando de joder al de al lado.

3- Me ofende: El sancta sanctorum de nuestro tiempo, tu chanza toca un tema para el que no tengo una respuesta, por lo que solicito el comodín de dar pena al público a ver si así, entre todos, podemos apedrearte. Gente ofendida por tu bromita que decide silenciarte enarbolando la bandera del derecho a la dignidad ante la incapacidad de defender su punto de vista. Suele acompañarse de achacar al ofensor alguna variante de la conocida ley de Godwin, que en nuestros días ha mutado hasta abarcar un amplio espectro mas allá de los nazis, ahora disponemos de rojos, machistas, feminazis, comeflores, homófobos, antisistema... el abanico es casi infinito y sabes cuando una chanza es realmente buena cuando la horda te acusa de algo y de lo contrario a la vez. La coherencia es un aspecto totalmente secundario, lo importante es sacar de contexto tu comentario y recordarte que, la gente como tu, mató a Manolete, pedazo de cabrón.

Lo realmente grandioso de estas actitudes, es que son las mismas que sustentan en la vida real (R) los juicios por blasfemia, la persecución de tuiteros, o que a dos perroflautas con marionetas les apliquen la ley antiterroerista por hacer el payaso, en cuanto escarbas en la noticia siempre se dan los mismos factores, las coñas son objetivamente cutres, aquí sobre estos temas hablamos en serio porque puede hacer tambalear nuestro ego y como no tengo argumentos sólidos me doy por ofendido y te lo voy a hacer pagar. Es divertido ver que las mismas personas que se quejan de que hay comentarios pueriles en sus temas favoritos (la incapacidad de obviar las idioteces de los demás si lo que quieres es centrarte el meollo de la cuestión da para tesis) defiende la libertad de expresión en la noticia siguiente, los que tumban noticias a negativos porque abordan un tema con el que no están de acuerdo se rasgan las vestiduras por la censura en vez de defender su punto de vista en los comentarios, y los nostálgicos de la libertad de expresión ochentera se quejan de lo infantil de las coñas...