Constituidos ayer la mayoria de los consistorios españoles tras las elecciones municipales, hoy nos podemos desayunar con un compungido editorial de “El Pais”, aún el diario más leído, manifestando su preocupación por la formación de los nuevos ayuntamientos, particularmente en Madrid, donde se queja de que el partido Ciudadanos, con tal de tocar poder “arroja sombras cada vez más oscuras sobre sus credenciales liberales”.
Resulta particularmente repugnante leer cómo el medio de PRISA se echa ahora las manos a la cabeza ante la toma de la alcaldia madrileña por el tripartito de derechas cuando uno pueder recordar fácilmente, cuatro años no son nada, cómo este medio apoyó sin matices la campaña de los poderes economicos y mediáticos contra Carmena y su equipo desde el minuto uno del anterior mandato.
Aún no habia transcurrido una semana de las tomas de posesión del equipo de Ahora Madrid cuando El País hacia seguidismo de la persecución por tierra, mar y aire contra el entonces concejal de cultura Guillermo Zapata, por uso tuits “humorísticos” escritos cuatro años antes, cuando él no era nadie. Hasta que consiguieron su cabeza.
O el seguimiento en portada de este medio del escándalo fake de los titiriteros, un día sí y otro tambien, reproduciendo toda la manipulación generada desde los medios afines a la derecha sin cuestionar el caso, en ningun momento.
Las entrevistas a Zapata, a Maestre, a la misma Carmena han martilleado sobre los mismos clavos que la derecha, se han hecho eco de cada una de sus campañas de destrucción de la imagen de todos ellos.
Resulta particularmente sangrante y éticamente asqueroso que un medio que ha contribuido a la campaña mediática estos cuatros años para desgastar al gobierno de izquierdas de Madrid, para alimentar el "cordón sanitario mediático" contra todas la derivadas politicas del 15 M, ahora se rasgue las vestiduras como si fuera tan inocente de todo lo que ha ocurrido en esta ciudad (demonización de la nueva izquierda hasta limites grotescos) como un niño de teta.
Este periódico ha sido una herramienta más, mejor dicho, ha sido una herramienta particularmente valiosa , porque su apoyo a este cerco mediático era decisivo al ser un medio supuestamente progresista. Nunca se cuestionó el origen, la intencionalidad, los fines de la campaña a la que se sumo. Y ahora da tres, cuatro pasos atrás, se coloca en la penumbra y lanza moralina progresista desde su editorial lamentando un resultado del que es un complice necesario.
“El Pais “ ha demostrado nuevamente ser un instrumento cínico y manipulador, y ahora se lava las manos ante nosotros. Qué triste estado el del periodismo en nuestro país.