El número dos del gobierno de Singapur, Seng, declaró ayer que su administración no modificará la postura oficial respecto a la homosexualidad y que seguirá promoviendo un modelo conservador de familia. Agregó que admite a los homosexuales como “una parte de la sociedad, aunque en su vida privada”. "La única forma de que los homosexuales tengan un espacio en nuestra sociedad es que acepten los límites que imponemos para que exista un equilibrio, y no declaren su condición tan abiertamente como en Occidente".
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