A la edad de 26 años, Albert Einstein escribió en sólo 12 meses tres artículos que transformarían de modo radical nuestra visión del universo, y servirían para el desarrollo tecnológico posterior de materias que él nunca había buscado, tales como la energía fotovoltaica o la nuclear. Cualquiera de esos tres escritos, de una simplicidad hasta elegante, le hubiesen bastado para el Nobel; fue su annus mirabillis, y a sus neuronas, sin embargo,sólo les excitó ese motor humano llamado curiosidad mientras se aburría en la oficina de patentes de Berna
|
etiquetas: jóvenes , ciencia , investigación , congreso , bioquímica , premios , nobel