Creo que todos estamos de acuerdo en que las grandes tecnológicas tendrían que pagar más impuestos y que sus triquiñuelas financieras para extraer la pasta sin colaborar con los países donde operan es una vergüenza.
Pero el caso es que el mundo no es el que era y no basta con decirles que tienen que pagar. Por una parte, cuentan con el apoyo político de grandes lobbies y del propio gobierno norteamericano. Y por otra, podrían resistirse con sus propias fuerzas. Vamos a ver el caso de Google, a ver qué os parece.
Paso primero: el Gobierno le dice a Google que para dejarse de tonterías tendrá que pagar un porcentaje de su facturación en España, pro ejemplo, el 7%, y que así no es tan sencillo decir que sus ingresos proceden de las islas Caimán, de Irlanda o de Sildavia.
Paso segundo: Google dice que ni de coña, y que ya hablará con su Trump, o con quien esté en la Casa Blanca, para que nos convenza de que es mala idea.
Paso tercero: nuestro Gobierno dice que no acepta amenazas y les impone el impuesto del 7%.
Paso cuarto: Google anuncia que dejará de operar en España.
Paso quinto: El Gobierno dice que si quieren irse, alguien cubrirá su hueco, pero el que opera en España debe pagar sus impuestos.
Paso sexto:
-Google deja de funcionar en España.
-Youtube deja de funcionar en España.
-Google maps deja de mostrar mapas en España.
-Los correos de Gmail dejan de funcionar en España.
-Todos los teléfonos Android dejan de funcionar en España.
¿Cual creéis que sería al reacción de la población española? ¿Cerrar filas contra Google y buscar masivamente alternativas o cortarle los huevos al Gobierno?
¿Cual sería el paso séptimo?
Yo creo que una rendición incondicional por parte del Gobierno. Pero a lo mejor me equivoco.
Así están las cosas, me temo.