Liszt y Thalberg no seguían el formato tradicional de duelo, uno contra otro en el mismo lugar. Intentaban derrotar al otro midiendo su popularidad en toda Europa con sus giras de conciertos. Ambos eran muy admirados y, finalmente, accedieron a reunirse y ajustar las cuentas. Fue el 31 de marzo de 1837, ambos habían preparado una nueva composición con exigencias técnicas extremas, sin saber que el otro estaba preparando una pieza de música expresamente para su enfrentamiento. Vía
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