Al sida no le gusta actuar solo. El bajón de defensas que caracteriza a esta enfermedad es el caldo de cultivo perfecto para todo tipo de infecciones oportunistas. Investigadores españoles alertan que que el número de coinfectados de sida y leishmaniasis comienza a ser un serio problema sanitario en regiones empobrecidas, como el Cuerno de África. Allí estar afectado por ambas patologías reduce aún más la poca esperanza de vida. Se necesita más pasta y más investigación
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