Un nuevo estudio sorprende al demostrar que las heridas vaginales son tan comunes después de la actividad sexual consentida como tras una violación. Este descubrimiento podría tener consecuencias nada despreciables para la medicina forense. Cuando la policía investiga un caso de violación, la existencia de lesiones en la vagina suele considerarse una evidencia crucial, pues se las ve como síntomas de que ha habido agresión. Según el estudio, una de cada tres mujeres sufre heridas vaginales durante el coito, consentido o no. Nota en inglés.
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