Son muchos los perjuicios de permanecer en prisión. Carecer de libertad es el peor sin duda. El sistema penitenciario español garantiza las necesidades básicas de los presos. Sin embargo, las carencias amorosas y sexuales no quedan del todo resueltas a pesar de medidas como el 'vis a vis'. Un estudio del Instituto andaluz de Criminología manifiesta que cuando la vida sexual y de pareja de los reclusos es buena, mejora el comportamiento y la calidad de vida de los internos.
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