Esta especie australiana, Regalecus glesne, que puede llegar a medir hasta 12 metros de longitud y pesar hasta 300 kilogramos, podría haber inspirado los centenarios relatos sobre serpientes marinas. Rara vez abandonan las aguas profundas, y muy pocas veces se las ha fotografiado. Se las encuentra muertas en la playa en raras ocasiones. La foto muestra un especimen de 4 metros que fue pescado en el puerto de Sydney por Keith McRae (izquierda) en 1954.
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