Practicante de Falun Gong arrestado en 1999 cuenta lo que pasa en prisión y otro preso le cuenta como los condenados a ejecución son sustituidos por vagabundos a cambio de 3.000.000$. A estos vagabundos se les llama las cabritas gordas, se les pone una inyección y dejan de hablar y se tornan ausentes, aunque pueden caminar. Los presos son escoltados vestidos de policia hasta la salida. El dinero se reparte entre la policía, el fiscal, el juez, y demás implicados, yncluida la familia la cual cuando va a recoger el cadaver vende sus organos.
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