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Por una separación de terciopelo

La frontera lingüística es un muro. Pero a veces simplemente no queda otra opción. Nos podríamos preguntar entonces si no merecería la pena quedar como buenos amigos en lugar de seguir peleándonos hasta que las consecuencias sean imprevisibles. Como en la mayoría de matrimonios, nada hacía presagiar una separación en el caso de Bélgica. Por más que los nacionalistas flamencos pretendan lo contrario, tras su creación Bélgica ha sido cualquier cosa menos un país artificial.

| etiquetas: checos , eslovacos , bélgica , frontera lingüística , flandes , valonia

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