Los evaluadores designados por el juzgado, la unidad de psicología forense de la USC, concluyeron de las entrevistas hechas a los cuatro miembros de la familia y de la información que les remitió el juzgado que uno de los progenitores transmitía los problemas de la pareja a los hijos, manipulando a los niños para ponerlos en contra del otro progenitor. El SAP acostumbra a ser caballo de batalla en los divorcios por la desigual consideración científica y legal que le dan evaluadores y jueces. Enlace a la sentencia:
j.mp/b0rP65