Aunque puede parecer tentador disfrutar de una bebida alcohólica para relajarse durante un vuelo, los expertos sugieren tener precaución con el consumo de alcohol en aviones. La combinación de altitud, deshidratación y efectos potenciados del alcohol puede tener consecuencias inesperadas y no siempre agradables. En altitud, la presión atmosférica es significativamente más baja que en el nivel del mar, lo que puede afectar la forma en que el cuerpo metaboliza el alcohol.
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