Según un estudio realizado en España por el Instituto de Salud Carlos III, las personas que ingieren más alimentos con grasas "trans" (grasas insaturadas con ácidos grasos) que han sido saturadas en productos como el queso, la leche o alimentos procesados, tienen un 48% de posibilidades de tener depresiones. Este mismo estudio concluye que el aceite de oliva puede ayudar a frenar estos efectos.
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