El Departamento de Salud de la Generalitat parece tener cada día más claro que una aguja contaminada, en contacto con el anticoagulante heparina, pudo propagar el virus de la hepatitis C a siete pacientes sometidos a diálisis en un centro concertado en Tarragona. La clínica, gestionada por la multinacional alemana Fresenius, incumplía los protocolos de utilización de la heparina, cuya ficha técnica obliga a utilizar envases monodosis individuales cuando se inyecta a cada paciente. El centro, usaba frascos multidosis, mucho más baratos.
|
etiquetas: salud , tarragona , diálisis , hepatitis , contagio