Un sacerdote católico murió electrocutado por un micrófono de karaoke defectuoso durante una fiesta en una playa de la región norte de Filipinas, informó la Policía. El suceso ocurrió el pasado lunes en la provincia de Bataan, unos 90 kilómetros al suroeste de la capital, cuando el padre Roberto del Rosario, de 32 años, recibió una descarga del aparato eléctrico al salir a cantar estando todavía mojado tras haberse dado un baño en el mar. El karaoke es una auténtica pasión nacional para los filipinos.
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