Sí, suena fuerte, extraño, increíble… y, de hecho, lo es. Todo ocurrió en lo que un cocodrilo tarda en abrir y cerrar sus fauces. Timothy Delano, de 18 años, perdió su mano cuando fue víctima de un imponente caimán en un canal en Naples, Florida. Pero lo bueno del caso es que podría recuperarla gracias a que la policía logró atrapar al animal y hacerse con la mano devorada.
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