Hace unos días vino a mi casa un electricista a conectar unas lámparas y arreglar un interruptor. A mi pregunta interesándome sobre la falta de trabajo en el sector, enseguida me comentó que no andan las cosas demasiado bien: "Mucho mejor ser fontanero". Me preguntó a lo que me dedicaba –investigador– y empezó a explicarme que no entendía cómo era posible que el Estado invirtiese tanto dinero en formarnos como investigadores para que, llegado a un punto, muchos tuviesen que marcharse a trabajar al extranjero.
|
etiquetas: ciencia , investigación , política , gobierno