Frente a desplantes, declaraciones absurdas, secretismos y muestras de egocentrismo desproporcionado que tienen algunos deportistas de elite es reconfortante encontrar gente normal, que habla con tranquilidad, con cercanía y simpatía, y que disfruta ayudando a la gente; ese es Pedro de la Rosa. Que un deportista caiga bien o mal a la audiencia es un factor clave en la satisfacción de sus patrocinadores. Y Pedro de la Rosa para eso es una inversión segura, tal y como se desprende del estudio realizado por la consultora deportiva Havas.
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