Debido a su negativa a dejar de llevar un collar con crucifijo, una sociedad médica privada de Gran Bretaña ha retirado a una enfermera de la atención directa a los pacientes. Shirley Chaplin, de Exeter, explica que aunque en el hospital donde trabaja aseguran que la causa es el collar y que podría llevar el crucifijo en forma de pin, lo cierto es que buena parte del personal médico llevan sus propios colgantes sin que nadie les haya requerido quitárselos.
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