La semana pasada Bangui, la capital, vio como el aeropuerto y un hospital era tomados por una oleada de personas, buscaban refugio o el amparo de las pocas fuerzas internacionales instaladas, para escapar de la purga político religiosa de la guerrilla islamista Seleka, en una ofensiva para poner el país a cero. "Hay más de 200.000 desplazados en el país", apunta Acnur. Además, bajo el paraguas del conflicto hay todo tipo de grupos armados y rivalidades étnicas aflorando y sembrando el terror. "
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