En la Edad Media, las universidades de Europa compartían sabiduría y el latín como vehículo. En la Europa de 27 nadie quiere renunciar a su idioma pero, de facto, el inglés es la lengua de la ciencia y el conocimiento. Los profesores publican y se comunican en esta lengua con sus colegas internacionales, pero siguen dando clase en su idioma. La presión del mercado laboral ha hecho que cada vez se oferten más grados en inglés y la tendencia parece imparable. Pero ¿hasta dónde? “No desdeñemos otras lenguas.
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