Un caballero decidió que quería jugar al golf 18 hoyos, durante una tormenta. Jugó normalmente hasta el hoyo 8. La Madre Naturaleza le exhortó a hacer sus necesidades, por lo que se encaminó hacia un árbol. Se bajó la cremallera y se puso a la tarea. En ese momento un rayo chocó contra la tierra cerca de allí. Una descarga de electricidad fluyó hacia arriba a través de su chorro de orina y le envió volando hacia atrás, matándolo instantáneamente. Fue encontrado más tarde con su aparato tostado al aire por el guardián del campo.
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