A partir de dos dientes de 1500 años de antigüedad, un equipo de investigadores ha demostrado que la cepa que produjo la plaga de Justiniano (primera de la historia) era independiente de brotes posteriores de peste bubónica. Es el genoma de un patógeno más antiguo obtenido hasta la fecha. Los resultados, publicados en la revista The Lancet Infectious Diseases, permitirán comparar el genoma con los de cepas actuales (la bacteria sigue causando miles de muertes al ) y averiguar las causas de aquella alta mortalidad.
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