La anarquía se apoderó ayer de las calles de Bishkek tras los violentos enfrentamientos entre opositores y fuerzas de seguridad que causaron entre 40 y 100 muertos y forzaron la huida del presidente de Kirguistán, Kurmambek Bakíyev. El jefe de Gabinete intentó calmar a la población afirmando que “*la* situación es complicada, pero está bajo control”. Sin embargo, la oposición se apresuró a celebrar la caída del Gobierno y anunció la creación de su propio Ejecutivo.
|
etiquetas: kirguistán , bakíyev , bishkek , internacional