Trabajas en un sitio horrible: tus compañeros son pesados y molestos, no congenias nada con ellos, tu jefe abusa constantemente de su posición de ventaja, etc. Aún así, no lo dejas. ¿Por qué? Seguramente tienes miedo. Crees que si te quedas sin trabajo, te va a costar horrores encontrar uno nuevo. Piensas que las otras empresas valorarán negativamente que hayas abandonado tu anterior trabajo. Pero lo cierto es que no existen razones para quedarse en un sitio así, sólo malas excusas. ¿Qué valor le das a tu calidad de vida?
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