El viernes por la mañana la prima de riesgo amaneció gorda e hinchada. De repente, de un día para otro, el riesgo país de España aumentó de volumen: 22 puntos básicos ni más ni menos. El jueves cerró en 343 puntos básicos y amaneció en 365. A lo largo del día se relajó y cerró en 354. ¿Un nuevo batacazo para la economía española? No. Los medios de comunicación se apresusaron a aclarar la razón de este engorde: se trataba de un simple ajuste técnico sin mayor relevancia.
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