Lo que está en juego no es Sacyr, sino todo el sector inmobiliario y especialmente el futuro de las 4 grandes compañías (Metrovacesa, Colonial, Reyal Urbis y la propia Sacyr). Y todavía más: el futuro del sector financiero español. Los bancos y cajas españolas, atrapados en los créditos de las grandes inmobiliarias, no están en condiciones de ejecutar sus créditos, con garantías que ya no son tales. Si así lo hicieran se verían obligados a provisionar 40.000 millones de euros..y ello hundiría al sector finaciero, con el colapso de la economía.
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