La primera experiencia de diplomacia cultural que quería llevar a cabo el nuevo organismo de la Generalitat para extender la diplomacia pública, el Diplocat, acabó ayer con la sensación de extrañeza de sus protagonistas. “Se me escapa un poco el objetivo final de este intercambio”, confesó la escritora noruega Hanne Orstavik, tras explicar que ninguna de sus obras —traducidas a 15 lenguas— están publicadas ni en catalán ni en castellano.“La primera noche tuve la sensación de que fui capturada por el movimiento independentista catalán".
|
etiquetas: diplocat , cataluña , noruega , independentismo