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Punto y final

Cada vez es más frecuente encontrarse con películas que terminan mucho después del punto final, o al menos después del punto y final que uno habría puesto como espectador.El cine de los años cuarenta y cincuenta no tenía ese problema, como no tenía ese problema a la hora de poner en marcha la narración: en dos minutos te cuentan quien es Bogart, quien es Bacall, quien es Peter Lorre y qué relación les une. Luego te cuentan la película y al final, justo cuando el bueno dispara al malo y salva a la chica, hay una subida de música, quizás un beso

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