La información que recibimos según interactuamos en la ciudad es cada vez mayor. Así, los mensajes publicitarios deben abrirse camino para llamar la atención y lograr su objetivo. El summum lo encontramos en el metro de Tokio, donde las técnicas son de lo más variadas: inventarse su propia parada, incitar al usuario a que descubra el mensaje, colocar la publicidad en los sitios más inverosímiles, usar objetos reales y no sólo imágenes, empapelar por completo los trenes... incluso publicidad en los túneles. En inglés.
|
etiquetas: japón , publicidad , metro , campaña