Los coruñeses que se lanzan a buscar ofertas de alquileres tienen un nuevo enemigo, al margen del precio: los avales.La crisis en el sector inmobiliario ha provocado que varios propietarios hayan decidido "colocar el piso como sea" para sacar beneficios, pero sin perder de vista que quieren "garantías" de que cobrarán a final de mes. Y esa desconfianza se traduce en la exigencia de un aval para que el banco se responsabilice de la falta de liquidez del inquilino. Estos seguros, que van de seis meses a un año, se suman además a la fianza.
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