En el colegio público de esta localidad canguesa comenzó esta semana una campaña de quince días sin balompié, de San Martiño a San Andrés, en la que con la prohibición de tocar un balón se quiere incentivar juegos tradicionales, como las canicas, los trompos, los aros o las cuerdas. Sorprendentemente, desde la dirección del CEIP de O Hío se admite que el año pasado el profesorado se vio obligado a intervenir para "atallar continuos conflictos que surxen por culpa do fútbol".
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