Un ladrón de bancos budista que había pedido a la Justicia alemana que le permitiera ser visitado por su gato en la cárcel ha visto su petición rechazada a pesar de que aseguraba que su gata Gisela es la reencarnación de su madre. Según la sentencia, "aunque respetamos la libertad religiosa de los individuos, el acusado no ha proporcionado prueba alguna de que su madre muerta haya renacido en un gato". En cambio, le permitirán escribirle cartas. [ENG]
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