En la naturaleza, la metamorfosis del grafito en diamante se produce a profundidades de alrededor de 200 kilómetros, a altas temperaturas y grandes presiones que actúan durante miles de millones de años. En el laboratorio del doctor Hugo Huck, físico de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), los científicos realizan esa proeza en unas cuantas horas. En el interior de un diminuto horno a baja presión, y a 2500 grados de temperatura, inyectan dos gases incoloros e inodoros, metano e hidrógeno...
|
etiquetas: diamantes , laboratorio