Los contratos de trabajo mal pagados e inestables se han extendido a todos los sectores de la economía, con sueldos que, para millones de personas, apenas alcanzan el mínimo para vivir. Entre los afectados, las estadísticas indican que las mujeres lo están sufriendo más duramente. La dinámica no sigue el mismo camino para aquellos que tienen trabajos especializados o cargos directivos en sus empresas, que por el contrario han visto aumentados sus salarios.
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